lunes, 1 de abril de 2013

"Opinión pública", encuestas y sesgos


De  acuerdo   con   numerosos   autores  como   Schumpeter   ,   Dalh   o   Price,   resulta  inútil   y engañoso buscar una definición de “opinión pública” o “voluntad general”; realmente, tienen razón. Se trata de un concepto demasiado abstracto, oscuro y genérico que parece referirse a una abstracción casi metafísica de la metafísica "voluntad popular. Sin embargo, para entendernos, no dedicaremos más tiempo a la crítica del concepto en sí - que ya hemos puesto entrecomillado por algo - y nos  serviremos   de   la   descripción   de   Isabel   Noelle-Newmann,   que   refiere   a   “opiniones   y comportamientos en áreas cargadas de valores que los individuos expresan en público previendo una buena acogida”. Es decir, en la Opinión Pública se perfilan una serie de ideas preconcebidas sobre   un   entorno   socio-cultural   determinado   y   acotado   en   tiempo   y   espacio,   y   una   serie   de prioridades   conjuntas   –  dadas   por   tal  entorno   –   que  orientan   la  temática  a  ciertos  temas  en detrimento   de   otros.  Además,   comporta   conocimiento,   juicios   y   conductas   orientadas   a   tales prioridades. 



La opinión pública, así  mismo, está íntimamente relacionada con los  medios; siguiendo con Noelle-Neumann, en su teoría sobre La espiral del silencio estudia la opinión pública como una forma  de  control  social,   en   el   que  los   individios   adaptan   su   comportamiento   a  las   actitudes predominantes (a lo que se considera “aceptable”); el clima de opinión es una tendencia inespecífica que decanta las tendencias hacia una determinada opción. Acudiendo a la teoría de la  Agenda-Setting, de Cohen (o Teoría del establecimiento periodístico de temas),  podemos sugerir, en ese clima de opinión, los mass-media juegan un papel fundamental (y, por tanto, la publicación de los resultados de las encuentas es un punto de destacada importancia ética). El establecimiento de los temas a discutir por parte de los medios  influye sobre los receptores en cuanto a qué temas tienen relevancia y en qué medida la tienen; es decir, la agenda mediática influye en la agenda del público.

Noam Chomsky habla de una alianza tácita entre un gobierno y los medios de comunicación para comunicar a los receptores sólo los que interesa y ocultar lo que podría, supuestamente, perjudicar la eutaxia de un país.  Según Shaw, lo que los mass-media les ofrecen es lo que la gente conoce, e ignora cualquier otra noticia; tales mass-media dan más importancia a una noticia que a otra, y, en consecuencia, su público también.

De momento, parece que no es adecuado hablar de neutralidad valorativa en las ciencias sociales si  podríamos dudar, no sin motivos, de la objetividad de las interpretaciones  y de la posibilidad de evitar toda consideración respecto a tal encuesta en el  medio de comunicación que la difunde, teniendo en cuenta que estamos describiendo acontecimientos en tiempo real acotados dentro de un entorno social determinado (de los cuales, además, el encuestador y el periodista son parte objetiva).

Cuando se publica la encuesta surge el problema de la interpretación de la  misma que llegará a la opinión pública, y no está libre de errores: puede confundirse el significado real de la pregunta, no considerar el margen de error o hacer comparaciones no pertinentes entre un sondeo y otro (sólo se pueden comparar sondeos cuando el universo, la muestra, las preguntas y el trabajo de campo fue   exactamente el  mismo).  Otra problemática son los  Push Polling,  sondeos forzados habituales  en   las   democracias   occidentales;  mediante   cuestionarios   y   elección   de  muestras deliberadamente sesgadas (ad hoc) se trata de obtener resultados en apoyo a una conclusión preestablecida. También las megabases de datos de distribución de cuestionarios  son un área de preocupación;  millones de personas responden a las  mismas preguntas, pero  tal cosa no garantiza la  representatividad   (la campaña presidencial de EEUU en 1936 mostró el fracaso de este planteamiento, que aun sigue  en uso, con 10.000.000 de encuestados y la previsión de la victoria de Landon).

BIBLIOGRAFÍA  

Rodríguez Díaz, R.: Teoría de la Agenda Setting, aplicación a la enseñanza universitaria.
Observatorio Europeo de tendencias Sociales, 2004

Edición Online: http://www.obets.ua.es/obets/libros/AgendaSetting.pdf
Noelle-Neumann, E.: La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Paidós.
Barcelona, 1995.

Código de ética para la difusión de encuestas a la opinión pública.
Edición Online: http://www.apeim.com.pe/images/Manual_difusion_encuestas.pdf

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